La Luna es un cuerpo opaco, que brilla al reflejar la luz del Sol. A medida que se mueve en su órbita alrededor de la Tierra, la Luna presenta siempre la misma cara hacia nuestro planeta, por lo que desde la Tierra, sólo puede apreciarse la parte de su hemisferio iluminado que mira hacia nuestro planeta. Las fases lunares se producen como consecuencia del cambio de las posiciones relativas de la Tierra, la Luna y el Sol. El porcentaje de la superficie lunar iluminada por el Sol que podemos ver desde la Tierra va cambiando a lo largo de un ciclo que se repite periódicamente cada 29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos. Conocido como mes sinódico o lunación,  se trata del período que transcurre entre dos mismas fases consecutivas de la Luna.